
El sentimiento de los jóvenes de hoy en día hacia las empresas creo que podría resumirse en una palabra: desilusión. Sobre todo por las condiciones laborales y el futuro inestable que nos espera. Desde que entras en una compañía como “becario” te sientes diferente del resto de compañeros, estas aprendiendo sí, eres más “pequeño” también, pero somos trabajadores igual que el resto que queremos sentirnos parte de la empresa. Así que creo que un paso para cambiar la visión de la juventud sería incentivar un poco más a los nuevos fichajes, ponerles retos, darles esperanza de que si “se lo curra ” (como tanto se les exige), podrán alcanzar, de verdad, todos sus objetivos.