
En publicidad, en cine, en televisión, el hecho de cumplir años se proyecta como algo negativo. Estamos rodeados de mensajes que rechazan el envejecimiento y sólo valoran la juventud, generando una cierta aversión hacia las personas que ya no la tienen. Los mayores de 50 se hacen cada vez más invisibles a nivel social y, en paralelo, también a nivel empresarial. Por eso creo que desde la sociedad tenemos mucho que pelear en este sentido, para impulsar un cambio de mentalidad por el que del mismo modo que se valora la juventud, se valore también cumplir años. Al final, la experiencia es un grado y eso no se puede olvidar.