Para mí la necesidad apremiante en este momento y que entiendo que tarde o temprano tendrá que implantarse, es el teletrabajo. Con él solucionaríamos tres de los grandes retos de la actualidad:
- La conciliación familiar.
- La contaminación y colapso por el tráfico.
- El precio de la vivienda.
Si al menos un 50% de la población activa pudiera trabajar desde casa sin necesidad de desplazarse, no se aglutinaría todo el mundo entorno a las grandes ciudades y consecuentemente el precio de la vivienda se equipararía a lo largo del territorio nacional sin tanta diferenciación como hay hoy día entre las grandes ciudades y las poblaciones más rurales; la gente podría seguir viviendo en sus pueblos, ciudades de origen o donde más les apetezca, evitando con ello los problemas de despoblación en el entorno rural o pequeñas ciudades y de sobrevaloración del precio por metro cuadrado en algunas ciudades, como Madrid y Barcelona; se evitarían millones de desplazamientos diarios con la consecuente contaminación y problemas de tráfico que eso conlleva en las grandes ciudades y sus accesos; por supuesto el ahorro de tiempo y coste para las personas y empresas sería importante; y la conciliación sería una realidad.
Hoy día, técnicamente es posible. Sólo necesitamos un cambio de cultura empresarial y de paradigma en la valoración del desempeño por parte de los departamentos de RRHH. Fuera cultura de presencia. Valoración por objetivos en cada puesto de trabajo.